Llegará el momento, en que me desprenda de mi cuerpo arrastrado de gusano, y me convierta en mariposa. En ese instante, dejaré atrás todas las lágrimas que me produce, mi paso renqueante, y esta herida que en mi corazón no acaba de cerrarse y me duele, aunque haya crecido. Al fín podré volar, sin embargo, en vez de entenderlo, encenderán un cirio, y montarán una parafernaria horrorosa de duelo. Menos mal, que para entonces, yo ya estaré lejos.
Un blog de poesía para tod@s.