No puedo permitirme penumbras que me abriguen ni el calor de la cama; cada día plegaré las cortinas para que entre el sol. Llenaré con proyectos los silencios, dispersaré emociones obsesivas, ampliaré mi horizonte hasta quedar pequeño, tanto, que deje de pesarme lo que cargo en mi espalda. Con mis flores fingiré primaveras en invierno, y así, pasará inadvertida la tragedia en la acera de tantos árboles podados.
Un blog de poesía para tod@s.