Agosto 1937 Vivieron como ratas el asedio brutal, en las bodegas y en los túneles que comunicaban las calles, ,mientras fuera, las bombas, explosionaban. Los niños lloraban de sed y de hambre, las madres ya tenían secos sus senos de lactancia, los ancianos no hablaban y las mujeres desgastaban cuentas de rosarios. Nadie entendía lo que acontecía ¿ Acaso se puede entender la guerra? Ellos eran el blanco de la diana, el epicentro, y sólo usaban la hoz para segar espigas..