Se me escapa la vida cuando vuelves a extender las alas; se humedecen mis anhelos y los seco con sábanas planchadas e impecables. Nunca sentirá nuestra piel el abrazo de la vida, ni nuestros corazones latirán en una acompasada melodía, que tranquilice el vacío, que cierre la herida de nuestro cordón umbilical abierta, y así reconciliarnos con el mundo. Siempre estarán las manos del destino apartándonos a ambos lados del ring de la existencia; donde descansar, tomar aire, y secar nuestro sudor de sangre. Nos rebelamos contra el cielo, pero volveremos a esos lugares hoy vacíos, intentando divisar nuestras sombras entre la gente, y finalmente rescataremos el agua que por unos instantes, nos convirtió en vergel. Nos encontraremos en el infinito, porque necesitamos bebernos en sueños Foto Goyo Hueso
Un blog de poesía para tod@s.