No tengo mucho que contar Me invade el destemple de la sala de espera de una estación de autobuses un domingo por la mañana; y siguen en mis oidos las burbujas del oxigeno -como riachuelo- que en su evaporación abren ventanas en los alveolos pulmonares. Lo demás escatológica rutina de alcantarilla humana que somos. ¡Ah ¡ - Como ley natural también- Los almendros comienzan a adornar los márgenes de la carretera que me lleva a casa. Foto Mady.
Un blog de poesía para tod@s.