En tiempos del emperador sin nombre, que algunos llamaban Banco Mundial o también Mercado Financiero y que, sea el que fuere su nombre, gobernaba sin entrañas sobre toda la Tierra , siendo Obama cada vez menos presidente de los Estados Unidos y de otros muchos Estados separados, siendo Hu Jintao gobernador de China, estrella ascendente de todo el planeta, siendo Rodríguez Zapatero administrador en dificultades de una hermosa península hecha de pueblos y rodeada de mares, en tiempos del asedio global en que aquellos que querían cambiar la Tierra no podían y aquellos que podían no querían, envió Dios al ángel Gabriel a una pequeña ciudad nigeriana de nombre desconocido, a una joven muy negra y valerosa llamada Judith, casada con un joven de nombre también desconocido y corazón resuelto. El ángel dijo a Judith: “¡Dios te salve, Judith, llena de gracia, el Señor está contigo!”. Ella se inquietó porque nunca le habían dicho esas cosas a una negra. Pero el ángel añadió: “No temas,