Ante mi retablo espoliado, los escombros son sustrato de la hierba buena que como madre, abraza la desidia. El pasado y el presente configuran mi contradictorio y caótico mural; siempre con espacio para nuevas tendencias. Soy trasformación constante: Rompo mi techumbre para ver el cielo sin prever que existen daños colaterales; pero mi apertura universal justifica, mi posterior derrumbe. Estaré concluida cuando no quede nada de mí. Foto Goyo Hueso.
Un blog de poesía para tod@s.