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Mostrando entradas de noviembre, 2011

La luz de lo que somos.

La vida respeta lo más puro, la luz de lo que somos   carente de apariencia. El brillo del ocaso realza los contornos que la edad redondea   y desarista. Somos como humanos meros equilibristas de un abismo incontrolado. La limitación nos diviniza.   Foto Goyo Hueso

Ese doble aspecto.

Ese doble aspecto cubierto por la enagua que nunca se muestra y siempre se insinúa; el que inconscientemente se libera y escapa por la mal ajustada  apariencia. Eso que se separa   de la estética estandar, esa luz que  la ciencia no ilumina. Espejo que refleja la recobeca estancia donde el tiempo  sólo es fisonomía Foto Goyo Hueso.

Me acostumbré.

Me acostumbré al silencio   de las mariposas, aunque en mi otoño cálido   revolotea alguna. En el   caos de hojas   sin escoba se posan ; saborean el polen del jinebro maduro, del acebo granado, de los escaramujos. Me acostumbre ya al riesgo de saltar por los riscos, de sortear raíces de árboles cortados, de evitar esas piedras que resbalan mi alma, de ascender   a la cumbre sin botas de montaña. Más montesa que nunca, camaleón de ocres, no ansío ya la playa ni esa estrella del norte. Despierto a la mañana mojada de rocío, con mis manos calientes y mi corazón…. Vivo.

Huella ausente.

Cubren las hojas secas todo tu recorrido y parece que seas apenas huella ausente. En tapiz desolado crujen mis pasos torpes como  corzo perdido que ve caer la noche. Solamente el sonido delata tu corriente entre piedras y musgo aunque no seas fuente. No beberé tu agua pero estás en el hondo y   mi bosque atardece con un   canto sonoro. Fotos y poema  Milagros Morales.
Remolinas todavía el bosque de las hojas secas. No me asustan las brumas que resbalan las piedras con su sudor finado, ni las zarzas que encierran mis pasos sempiternos en la búsqueda del campo preñado. Continúo   aún a tientas.
En la pradera hay un osario de ovejas que se separaron del rebaño.   Planean por el cielo buitres satisfechos. Demasiada tierra apretada y   yerma. En anarquía conviven las zarzas con los escaramujos. Sólo el sonido del río acompaña al aire.   Milagros Morales
Es tiempo de tejer la lana y esperar la nieve; mis manos cálidas no necesitan guantes. Un   abrazo es el mejor abrigo si el vacío intenta enfriarte.   Mi volcán sigue   encendido   cuando la tarde se apaga con sudor de cenizas.
Tan hondo me has calado                                                   que te pienso,                                                                       te sigo ,                                                                                                                te reflejo,                                                                                                 te vivo,                                                                                                                                                        te amo….                                                          INCONSCIENTEMENTE.

Me traspasó una nube.

Me traspasó una nube, vino hacia mí como un fantasma. Sentí su frescura en mi cara y su prisa, yo no éra su destino, pero nos poseimos un instante ambas. No sabré nunca si ella   respiró tan profundo como yo al inspirarla, si mi expiración vaga   por el infinito parte suya. Fotografía y poema Milagros Morales.

Gracias.

Gracias por las inmensas y numerosas  felicitaciones que he recibido por este medio. llenas de belleza de imágenes , de música... de amistad y cariño . Me emociona y llena mi corazón y me estimula a seguir haciendo de la poesía un estilo de vida. sois un tesoro para mi. Este poema es para todos. Quise ser el último destello del atardecer, el máximo azucar de la fruta madura, pájaro que en primavera hace un nido nuevo,   recordar cómo sabe la cereza robada. La realidad me ha despertado a mi reflejo cuarteado; pero mi otoño   llena el suelo de avellanas, de   castañas y nueces.

Nubes y nieve.

Nubes y nieve desde mi ventana; es hora de hacer fuego, mantenerlo encendido. El calor está adentro y tejo una bufanda; tengo recursos para el frío. Puedes hacer lo que te venga en gana. Fotos y poema  Milagros Morales.
Ha sido el viento   el que ha cubierto con nubes mi cielo;   me ha desnudado con pasión y luego me ha arrancado de raíz. Ha sido él , el que me priva de vivir después de una eterna batalla,   y me derriba   en la arena. Pero yo lo amo, partida y desmenbrada   aunque la sierra   corte mi esperanza. Antes me dió vida.. Foto y poema Milagros Morales.

Un planeta en la UCI

Un planeta en la UCI, conectado a máquinas con una vida dependiente, no puede ofrecer amaneceres; tampoco generar una humanidad con olor a maíz maduro. Los espacios se convierten en habitaciones selladas y esterilizadas, el sol en foco de quirófano. No hay una atmósfera alternativa para los pájaros. Foto y poema MIlagros Morales.

La tumba del arzobispo.

Dedicada a Luigi Maráez. La tumba del arzobispo. La tumba del arzobispo está destapada. Abierta a un cielo sin lucir   de cráneos de ovejas con quijadas de incisivos y caninos afilados. Su boato   relleno de huesos carcomidos, esparcidas las cuentas del rosario,   y la cruz intacta.   Su calavera no ríe. Eso es todo. ++++++ El Cementerio de los niños.   Cuando a la muerte le toca   hacer de nodriza,  se viste de blanco con tules como una novia virgen y ofrece su pechos   como cántaros con ecos. ¡Silencio!   En niño duerme eterno; ajeno a los muñecos mutilados y sin ojos con ángeles a su cabecera +++++