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Mostrando entradas de junio, 2012

Verano.

El verano llega con tanta fuerza  que desintegra las nubes  y la siega despoja al secano de la vida.  Las ontinas,  el orégano   el hipérico,  junto a la miel en rama intentan perfumar  -a modo de incienso- el olvido de los pájaros .  Las cerezas tiemblan. Foto Goyo Hueso.

Árboles de hierro.

Somos árboles de hierro a los lados  del camino arcilloso. Nos salpica el barro cuando llueve,   nos electriza el viento, y tenemos aspas en lugar de ramas. Los pájaros no cantan ni anidan nuestro centro, nuestra altura es estándar, somos de diseño... Por dentro, estamos huecos, sin raíces, nuestros frutos no  caen por el suelo… Nos han privado de las estaciones. Foto Goyo Hueso. 

La plaza vacía

Te quejas de que la plaza está vacía:  Has perdido tu credibilidad. Sólo dos palomas beben de la fuente  y los bancos mojados. ¿ A quien intentas engañar? Gritas hacia el frente lo que de espaldas callas. ¿ Cómo te atreves a decir que tienes conciencia social? Deduzco que tus gritos son interesados no solidaridad. “ El pueblo unido jamás será vencido” ¿Buscas la unidad para trepar? ¡¡Maldita sociedad que ha convertido en locura la gratuidad !!

Poema canalla

Si, a ti te digo, a ti. Abro la ventana de mi camión y te grito: “ Desgraciado”. Vienes por el carril contrario y me echas las largas en la noche. Otras veces me adelantas cuando voy a ciento veinte por la autopista. Por si alguien no lo sabía, este es el mundo de la línea continua pisada sin razones convincentes.  Foto Goyo Hueso.
Soy fruta pelada  cuando quien se marcha queda.
Entre cantos de pájaros que disfrutan la mañana Te grito : ¡Te amo! Bajaré mis persianas para conservar su recuerdo; me asfixia tu esplendor. Cuando vuelva a subirlas habrás perdido fuerza: Seguirás siendo “ El Sol”, Superviviente a mi calor volaré en el atardecer de árbol en árbol.

Tarazona.

Una inscripción  en el suelo comienza el  recorrido por estrechas calles llenas de cuestas ,plazas y escaleras. Algunos edificios, con solera envejecidos y otros con desidia. El recinto amurallado hace visible la desaparecida muralla. Todo parece distinto hoy, pero mañana,  será suposición lo que ahora es certeza. -La historia tapa su intimidad con la leyenda- Las banderas del puente se han deshilachado y la torres son nodrizas de cigüeñas. Foto Goyo Hueso. Poema. Milagros Morales. 
Para Victoria. Cubro mi ventana con ropa desvestida, que  hacia mi armario pesado. Uno circunstancias,                                             estaciones,                                              edades. colores.    Anudo las prendas sin seleccionado; queda así mi cortina bien atada. Dejo en manos del sol  su destino; yo también me siento  reciclada. Foto Victoria Sanjuan.
Nada que veo tiene la misma luz mis ojos velados por dioptrías, ya no chispean, también mis oídos han dejado de ser jardín. Ahora estoy en la antesala del vacío donde son de plomo los recuerdos  y  una sima me impide retroceder.  Añoro el simulacro de incendio, la primavera en el puente donde el caudal de la vida  intentaba fluir  contracorriente.  La torre, que se mira en el río,  sabe del sentimiento del agua encauzada. Foto Goyo Hueso. 
Soy nube de evolución diurna. Mi primera opción es el gris aunque lentamente me deshaga,                                           trasparente el sol  y sean lagos azules   mis entrañas. Me duele mucho esta  lucha interior:                                                      Cada día  al límite de ser lluvia                                                                abrazarme  al viento. Foto Goyo Hueso. 
En el  rastrojo de las malas hierbas  buscan los pájaros inútilmente grano ,  y desorientados van y vienen  a tejados secos. ¿A dónde irán a saciar su hambre de vida?  Las huellas de cuchillas en la tierra   desestabilizan  sus vuelos. ¿Cómo liberar al corazón que muere vivo entre  cadáveres de  amapolas?
Con la mirada abarco el horizonte. Más allá de las redes desafío tormentas que se  llevaron  a mis hombres  mar adentro. Les espero eternamente en el acantilado de mis brazos donde no hay naufragio;  mi pecho es fuente  que amamanta la espera. Las olas rugen culpables contestando a mis lágrimas, intentan acallar mi llamada  de madre,                         esposa ,                                               abuela; La sal se vuelve amarga, el tiempo se relenta y el azul permanece sin devolver los muertos. Foto Goyo Hueso.