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Mostrando entradas de marzo, 2012
Para mi amiga la poeta Luisa Arellano. Se ha secado el árbol de la ciencia y la necedad del bosque es manifiesta: Creer que los euros reemplazan a los frutos. Los trepas y los especuladores piensan que dominan la tierra; pero nunca encontrarán el tesoro escondido en el campo aunque lo adquieran.
En la discoteca de las ranas no hay stripper ni barra americana; las ranas son ranas por dentro y por fuera.   y un beso de una rana es igual que otro beso; el amor no es selectivo. Seamos serios con lo que contamos o la realidad   fundirá los fusibles de los renacuajos. Su metamorfosis no será en un palacio; se baila mejor en las charcas siendo anfibio.
Para Francisco. Sale el alba en procesión de trigo verde con velas encendidas y los tambores son gorjeos de pájaros que se buscan la vida. El gallo recita el primer misterio del vía crucis de cada de día, y aunque el sol luzca con solideo no hay letanía.

No es tiempo

No es tiempo para aplausos. pero tampoco para replegarnos y evadirnos. Quizá sea el momento de mostrarnos diferentes: El mundo necesita referentes nuevos. Y no es que seamos " elegidos" simplemente tenemos todavía capacidad de asombro,  nos sentimos vivos, miramos cuando hablamos a los ojos,  aunque tropezamos no nos damos por vencidos... Apuntamos con versos y ganamos batallas. Foto Goyo Hueso.
La luz al atardecer se hace promesa:   Realza las cumbres , las copas de los árboles, e inclina a las flores. El barro seco traza en el camino un mapa de huellas imborrables; perfectamente   se distingue el baldío del sembrado.  La luz del atardecer hace que vea.
LLueve sobre seco por eso se oye cantar a la tierra.
Cómo me gustaría ver la estrella de Oriente que me indicara el camino de los Magos,   contemplar las lágrimas   en estatuas   de santos,   o que   una luz me tirara del caballo. Que una rogativa solucionara la sequía, que San Antonio me guardara aquel novio, que Santa Clara -por huevos- detuviera la lluvia o que Santa Bárbara sujetara los rayos. Los milagros de ahora ya no son lo que eran,   ya no están llenos de efectos especiales. Que se abra un mar produce más impacto, que sobrevivir   tapado con cartones.

En la dimensión de las cigueñas.

Quiero vivir en la dimensión de las cigüeñas. Parlamentar al sol en un sembrado donde el trigo verde ya no es utopía. Recoger los palos adecuados para construir un nido cada año, volar con la sabiduría de saber hacia dónde, mirar al horizonte desde una torre vieja. En esa dimensión sin tapias ni fronteras, sin escaleras ni cortinas, en la que sobran las palabras y es protagonista el pico. MIlagros Morales
No haré de plástico mi ser para que mi mundo no se vuelva silencioso. El silencio es un arma letal, un cáncer que mina poco a poco la conciencia. Demasiada calma ante la tempestad, boca cerrada   es signo de pobreza. Se acabo la edad de hierro   se erradicó la brusquedad, pero el plástico es insípido y se raja. ¿Por qué no hacer de carne   la cruda realidad     consecuencia de flotar sin tocar fondo? MIlagros Morales.
No dejaré que la sombra tome el protagonismo de mi ser, invierta mi realidad y se llene mi cielo de pisadas. No cambiaré mi   luz por mi reflejo; quedarían así los tejados inalcanzables. Mlgrs.
La vida había intercambiado los papeles Ahora era yo la que cogía tus manos con las mías.   Era : Madre fuente,                                  madre manta ,                                                          madre techo. Parecía increíble que la historia a la inversa volviera volteada   por el viento a   tus dedos retorcidos. Pero era así: Niño de nuevo ,                         asustado en la noche...                                                                       Mientras yo,  intentaba hacer de neón mis venas.  .

En los días de calima

En los días de calima no distingo las cumbres y el horizonte se ausenta; mi mirada se torna selectiva y se posa en la desnuda  higuera. Deshilaré las nubes  y con sus hilos tejeré una estera; calzada en mis desánimos, no consigo liberarme de la tierra La esperanza es una puerta  siempre fiel   al  destino, la llave que me encierra me libera; es cuestión de mantener el ritmo