Mi vocación no es de árbol milenario con mi sombra, a la espera de que llegues cansado del camino ni velar a mis hojas ni ser sostén de nieves. Me he dado tanto que estoy extenuada, ya no me importa tener copa ni brisa ni estorninos. Me duele la presión de mis raíces cuando solo retienen un puñado de tierra.
Un blog de poesía para tod@s.