No quiero que mi casa se enfríe
pero invento mil excusas
para abrir mi puerta.
Luego protesto cuando el aire
se apodera de mi calma.
Mas yo guardo la llave
para no extraviarla
a la vez de que me quejo
del desorden.
pero invento mil excusas
para abrir mi puerta.
Luego protesto cuando el aire
se apodera de mi calma.
Mas yo guardo la llave
para no extraviarla
a la vez de que me quejo
del desorden.
Comentarios
Un abrazo de sábado, Mila.
Palabras muy interesante y profundas. Me encantó este poema. Buen trabajo