Nunca imaginé nuestro destino,
en esta cruz tan grande.
Te miré manchada de polvo del camino,
con mirada sencilla de mujer de pueblo.
Vi en ti una luz que me hizo descubrir la vida;
quedé fascinada y te amo hasta el extremo.
Hoy mi sueño está entre clavos,
lacerado y despierto en pesadilla.
La tragedia se llama María de Magdala,
y mi rostro es el espejo de tu herida y mi herida.
Foto Goyo Hueso.
Comentarios
www.AristidesEchauri.com
Un abrazo
Tú eres afortunada por sentir de la manera que sientes, por transmitir de la manera que transmites... a pesar de las heridas que espero pronto cicatricen.
Abrazos.
Hermoso, Milagros. Es lo primero que mis ojos has leído esta mañana.
Gracias! y muchos besos.
Me ha encantado tu poema místico.
la imagen, tambien preciosa.
Besos. Soco
Abrazo
Que sanen las heridas del dolor..
Saludos fraternos con cariño
un abrazo
besos
Abrazos, mi amiga.
Leonor
Besos.
GRACIAS, MILAGR0S
"Yo no sé cómo amarle
ni qué hacer, cómo hablarle.
El cambió, algo en mí
ya no soy la misma
soy otra mujer
desde que él me miró".
Gracias por despertarme la memoria.
Besitos,guapa
Abrazo enorme, alma gemela.
Gracias a todos los que me apoyais. Un besazo. milagros
.. la imagen, potente.. :-)
.. gracias por tu amistad, Milagros..
.. buena semana, poeta..
¿Como puede la belleza del poema, arañar de esta manera el sentimiento...?
Gracias por hacerme sentir, Milagros.
Un abrazo.
poesía-levíes.blogspot.com
Bela oración.
Besos,
Marcelo.