Apuesto por sentirme viva
pese a todo,
y levantarme con ganas de labrar
mi campanario.
No. No es que no sea consciente
de que mi fruto de campanas
acabe podrido quizá
como otros toques,
y el bandeo de las que sobrevivan
aliviará a los buitres
pero... ¡Qué hacer
ante la epilepsia de las aceras!
Milagros Morales.
Comentarios
leerte y por supuesto saludarte.
Gracias, Un beso.
Mi aplauso con el abrazo.
he aqui el reflejo de tan noble acto!