Escuchaba detrás de la puerta
por si el teclado sonaba a Chopin,
sabía que no danzaban al mismo ritmo.
Él era un coleccionista de miradas.
creía que conquistaba islas
pobladas por seres imberbes
que veían en su barba al hijo
de un dios menor;
sin embargo apenas
era un mortal solitario
que regalaba mares de sonrisas
ignorante, de que solamente
las dulces, vuelven a la playa.
Ambos se sentían caracola en la arena
de la resaca.
Esculturas MRaguaron.
Comentarios
de poesía, poeta en paro" he visto tus recientes publicaciones, también
mi hermana y yo, sois como dos gotas
de agua. Te felicito, el que a los
suyos parece ...
Un abrazo sincero
Ángel-Isidro.
http://elblogdeunpoeta.blogspot.com/
Con ternura
Sor.Cecilia
Un afectuoso abrazo con mis mejores deseos.
Besos cercanos.