Comienza la fiesta
y se desvanece la razón.
Los brazos alzados
son una masa difusa,
mientras la voz del pueblo
es un estridente sonido
que no escucha nadie.
En una pompa de jabón
brinca la juventud sin pausa,
mientras el agua al cuello
moja su pañuelo tenido de
sangre.
No tiene importancia el
presente ni el futuro;
en un instante sin tiempo ni espacio.
La vida es un asta de toro
que huele la carne.
Nos desinhibimos y mostramos
nuestro aspecto más
rudimentario,
libres en una falacia
que calma nuestra ansiedad
momentáneamente;
porque sabemos que la resaca
siempre deja en la arena
zapatillas extraviadas.
Foto Goyo Hueso
Comentarios
saltando y brincando mientras España se muere.... un poco está bien pero no tanto, ninguno de ellos dijo tomad la prima para este pueblo que nos aplaude apesar de tanta hambre y que nos queda por llegar...
Abrazos, mi amiga.
Leonor
Respeto las costumbres, pero algunas me son difíciles de entender.
Un abrazo Milagros