Para mi amiga Lucia.
En tus rizos se quedaron enredados
fantasías y sueños.
Con ímpetu se abalanzaron a tu fuente
sedientos de vida.
Las aspas del molino de viento fueron pájaros.
Fue un instante mágico
antes de formar parte de esa tinta
que te atraparía eternamente.
Era atardecer de primavera
y el último rayo de sol
se prendió en tus ojos.
Él entonces te dijo:" Dulcinea”.
Te sonreía. Y tú le contestaste.
Comentarios
Cariños.
Un abrazo, estoy en los últimos días de carrera
Abrazos.
Precioso! Un besazo para las dos :-)
Un abrazo
BESOS
Seguiré leyendote.
Un cariñoso saludo
Nana