Peor que la muerte
es despertar de un sueño
y verte en un pozo sin agua
al comienzo de un otoño.
Ya no esperas un tránsito;
ni siquiera que el alba
te devuelva la luz
Sabes que no existe nada
como tú lo sentiste,
que no hay luz, ni sombra, ni huella,
ni regreso, ni espera,
ni encuentro o despedida
Se quedan parapléjicos
el calendario, el reloj y la
brújula,
el espacio, las palabras, los
sonidos,
y el corazón discapacitado.
Peor que la muerte es despertar de un sueño;
porque no hay frustración ni dolor
en las cenizas,
pero si en las muletas.
Milagros Morales.
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