Me parece un sueño que la pradera pajiza
y desolada que contemplo
fuera mi cuna.
Ahora el viento caliente
arruga mis sábanas encogidas
y no puedo engañar a ninguna nube
para hacerme un colchón más desahogado
que no raspe mi cubito supino.
Tengo un bombardeo en mis oídos
de las voces de las flores sin cenizas.
No puedo ignorarlo
pero me adormece y me frena
el opio de las amapolas
Foto Goyo Hueso.
Comentarios