Con la mirada abarco el
horizonte.
Más allá de las redes
desafío tormentas
que se llevaron
a mis hombres
mar adentro.
Les espero eternamente
en el acantilado de mis
brazos
donde no hay naufragio;
mi pecho es fuente
que amamanta la espera.
Las olas rugen culpables
contestando a mis lágrimas,
intentan acallar mi llamada
de madre,
esposa ,
abuela;
La sal se vuelve amarga,
el tiempo se relenta
y el azul permanece
sin devolver los muertos.
Foto Goyo Hueso.
Comentarios
Aplausos.
Muchos abrazosssssssss
Leonor
Hermoso, profundo, Milagros.
Un abrazo
cuantas lágrias bañando redes, puertos y playas.
Realmente hermoso!
Un beso.