Me traspasó una nube,
vino hacia mí como un fantasma.
Sentí su frescura en mi cara y su prisa,
yo no éra su destino,
pero nos poseimos un instante ambas.
No sabré nunca si ella
respiró tan profundo como yo al inspirarla,
si mi expiración vaga por el infinito parte suya.
Fotografía y poema Milagros Morales.
Comentarios
Te quiero mucho, amiga del alma!
Besos del REL
Son momentos pasajeros, pero que se hacen eternos cuando los disfrutamos plenamente.
Hermosa fotografía, muy acorde con el poema.
Un abrazo, gracias por visitarme.