Me sumerjo hasta la profundidad
de los barcos hundidos,
donde las algas y los peces sin ojos
han creado su hábitat.
Allá el enmudecimiento y la ceguera
atraen al peso que no flota.
Me siento atrapada
por un abrazo de losa milenaria;
entonces reacciono y dejo de sentirme.
Me olvido de mi misma
y poco a poco, asciendo.
Una vez arriba me ondula la brisa
y soy ola de nuevo.
Beso la comisura de los labios de la vida.
Comentarios
No haber estado en ellos sino haberlo sido.
Hermoso y melancólico, Milagros, pero obligado y lúcido.
Un abrazo.
BESOS
Muy bello, Milagros.
Un beso enorme.
No sentirte, despojarte de ti, y volver a ser libre y ascender...
Un saludo y pásate por mi blog ^^