Se que hoy vas a entrar al blog y que no crees que en este tiempo, he sido capaz de hacer el poema que bromeando, me has retado del hermoso atardecer que hemos contemplado, los tres viniendo de Rivas.
Os lo dedico a los dos con mucho cariño.
Hoy el sol ha encendido una hoguera,
en la cumbre helada del Moncayo
y ha iluminado la cima;
pero no ha derretido su nieve.
Solamente la ha prendido,
para templar nuestros ojos viajeros
por un mundo de gélidos besos,
y de protocolos rutinarios y fingidos.
Su luz nos hace ver que nuestro corazón es distinto.
Que tenemos una gama de afectos capaz de calentar
cualquier atardecer helado.
Que solamente mirando con ojos limpios,
conseguiremos que el mundo sea un acogedor brasero
donde la esperanza deje de tener los pies helados.
Os lo dedico a los dos con mucho cariño.
Hoy el sol ha encendido una hoguera,
en la cumbre helada del Moncayo
y ha iluminado la cima;
pero no ha derretido su nieve.
Solamente la ha prendido,
para templar nuestros ojos viajeros
por un mundo de gélidos besos,
y de protocolos rutinarios y fingidos.
Su luz nos hace ver que nuestro corazón es distinto.
Que tenemos una gama de afectos capaz de calentar
cualquier atardecer helado.
Que solamente mirando con ojos limpios,
conseguiremos que el mundo sea un acogedor brasero
donde la esperanza deje de tener los pies helados.
Comentarios
todos los días son poesía.
abrazos a todos.