No estés triste,
las lágrimas son ríos
sin vega y sin cauce.
Ven, mi paraguas es grande;
daremos un paseo por el parque
y diremos adiós a las hojas caídas.
Todavía hay camino por delante.
***
No me arrepiento del tiempo vivido,
de todas mis sonrisas,
de todos mis abrazos.
Tampoco de las veces
que yo no he sabido,
ser perfume o bálsamo.
En todo este tiempo,
aprender he intentado.
Nadie nace andado.
Fotografía Goyo Hueso
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