Sobreviviré
a la caída de mis hojas.
Aguantaré desnudo el invierno
y la nieve.
En silencio llevaré este despojarse breve,
alfombrando la tierra.
Sobreviviré
al sin sentido,
del atardecer tan frío
y la noche sin estrellas.
Así me haré fuerte y creceré.
Y al final cuando de esta pesadilla despierte
notaré, de nuevo en mis ramas otros brotes,
que me empujen a apostar por la vida.
Foto. Milagros
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