Vivimos en un planeta en movimiento
con giros muy bruscos y violentos.
De un día a otro cambia la vida,
la visión del horizonte,
y la perspectiva.
Por eso a los sensibles no nos queda más remedio,
-para no marearnos o caernos-
que mirar la vida tumbados,
en nuestras propias intuiciones.
Foto Goyo Hueso ( colección grafittis de Tarazona)
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