El farol de mi calle, alumbra noche y día,
y su luz proyecta, sombras en el alma.
Sombras que reflejan
el abandono y el olvido,
de los que prefirieron otras calles.
Mi calle se ha quedado desolada, con mirada caída, y mendigante.
El farol de mi calle,
no alumbra ya a vecinos en noches estivales,
tampoco es el blanco de los niños jugando,
ni quita intimidad a besos de portales.
El farol de mi calle
simplemente, luce;
y se rompe mi corazón en mil cristales,
cuando a su luz comprendo:
que la realidad traiciona al sueño.
Foto Goyo Hueso
Poema Milagros Morales ( exposición foto-poesia San Miguel -08 )
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