No entiendo nada,
resulta tan extraño...
Mi amistad fue una rosa
que muere en el otoño.
Primero la insistencia
de su riego y cuidado,
logró su lozanía;
después su indiferencia,
la deshoja y marchita.
LE HACE DAÑO.
Pero así es la vida:
hay tantas rosas muertas,
que fueron un regalo
fugaz y abandonado...
Dieron toda su vida,
por instante sólo.
¿Que madera será la del rosal
que sigue dando rosas pese a todo?
Fotografía Francisco.
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